Diario de una crisis
Jueves 12 de abril de 2012
Una mañana más, las noticias nos siembran de inquietud. La prima de riesgo, el desplome de la bolsa, las amenazas de una intervención que se nos anuncia como muchísimo más dura,... En esta mañana en que aún estoy de baja por culpa de una costilla, el trabajo pendiente me llama a concentrarme, pero no puedo dejar de pensar en lo que nos está pasando. Hay mil cosas que llaman mi atención y necesito un lugar en donde dejar constancia que las he visto, porque quiero compartirlas. Esta es la justificación. Es necesario que entre todos elaboramos un relato lo más verosímil posible, para entendernos, para aunar nuestros esfuerzos, para ayudar a remontar esta situación,.. Hay que hacerlo antes de que un gran baño de sangre lo haga, tal y como así ha sucedido hasta ahora.
Pero, ¿es que aún creo que las gentes normales, los que no tenemos más poder político que el voto esporádico, ni más poder económico que el de nuestros salarios, ni más capacidad de expresión que la de las que nos puedan proporcionar las nuevas redes sociales, pueden influir tan poderosamente como para cambiar la dinámica histórica que nos conduce al apocalipsis?
La respuesta es que sí. Nada hay que pueda impedir que una gran masa de ciudadanos que compartan un relato común y tengan unos objetivos comunes no acaben imponiendo éstos a cualquier minoría egoísta. Naturalmente, la dificultad está en que es muy difícil ponernos de acuerdo y más difícil aún movilizarnos para conseguirlo. Pero la posibilidad no solo es real, sino que los nuevos medios la hacen cada vez es más posible. Viene a mi memoria la excitación que me produjo mi primera lectura sociológica: "La rebelión de la masas" de Ortega y Gasset, un libro que aún se pudo colar entre la censura tardofranquista y del cual solo recuerdo la tesis de la imparable dinámica de la movilización popular que el capitalismo había puesto en marcha. Con eso me quedo, porque eso, la movilización popular, sigue siendo la mejor noticia.
Hasta no hace mucho, hemos estado narcotizados por el consumo. Pero ahora, cuando empieza a escasear el narcótico, despertamos dolorosamente y vemos en el horizonte, asomar la cabeza de un huracán que amenaza arrasar con todo. En esos momentos aumentan las posibilidades de lo peor y también de lo mejor. No nos vamos a engañar, de lo primero hay muchas más posibilidades que de lo segundo. Pero no hay nada predeterminado, el partido se esta jugando y si lo hacemos solo un poco bien, el número está a nuestro favor. Lo fundamental es que no nos dejemos manipular por nadie. Es cierto que necesitamos organización y por lo tanto líderes, pero no nadie que piense por los demás. Ese es nuestro trabajo personal y colectivo: pensar en qué estamos todos de acuerdo. Hemos de esforzarnos en encontrar ese relato que nos une. No podemos ser demasiado ambiciosos. Nos hace falta mucha generosidad, para renunciar a lo que nos aleja y agarrarnos con fuerza a aquello que nos une.
¿Y qué es lo que nos une? Lo elemental: dar continuidad a la vida, que todos los seres vivos tengamos la oportunidad de poder cumplir con las tres funciones que nos caracterizan: relacionarnos con nuestro entorno, alimentarnos y reproducirnos. En nuestro caso concreto, como especie particular y determinante para el resto, lo elemental es poder hacer todo ello desde la perspectiva humana, es decir, con libertad, con justicia y con empatía. Hagamos de ello nuestro criterio moral. Juzguemos desde aquí lo que esta ocurriendo y expresémonos.
A eso hay que dedicar tiempo. Hemos de aprovechar el nuevo mundo de internet. Casi todo está en la red y casi todos estamos en la red. Lo que aún no está, no tardará demasiado en estarlo. Es imparable. Millones de persones están continuamente rastreando y volcando nuevos contenidos. De esa manera, casi sin quererlo, se están reconstruyendo los nuevos relatos. A su vez, esos relatos están compitiendo entre si. Como siempre ha sucedido y Wittgenstein nos enseño: nuestras formas lingüísticas crean un relato para cada una de las posibilidades del espació lógico. Todo aquello que desde la herramienta del lenguaje sea posible imaginar y parezca verosímil, independientemente de si se corresponde o no con los hechos reales, puede ser propuesto. Pero todo ello, a su vez ha de ser cribado a través de nuestros criterios ético - morales que actúan como metarelatos y es ahí donde hemos de estar activos. Nuestra contribución personal es dar soporte y continuidad al relato que nos une, el que con gran esfuerzo de muchos, se está abriendo paso desde hace siglos y que ahora, cuando el peligro es mayor, puede también dar un gran salto y llegar a ser suficientemente masivo.
¿Cuando se es suficientemente masivo? Quizá no sea necesario más que un número crítico, aquel cuya voluntad común sea capaz de desactivar lo que nos lleva a la catástrofe.
As í que, miremos, seleccionemos y comuniquemos todo aquello que nos parezca importante para contribuir a esta causa, la más justa posible. Yo, por mi parte, voy a tratar de huir de cualquier relato simplón que reduzca lo que nos esta pasando o nos puede pasar, a una relación entre unos seres muy perversos y egoístas contra otros inocentes que no tienen la culpa de nada. Como pasaba en aquellas antiguas películas de arte y ensayo, la cosa no es tan fácil y la perversidad y generosidad están por todas partes. No hay que olvidarlo.
Pero empecemos por algo: hoy después de ver ese interesante documental que el grupo castroverdiano nos ha propuesto y que comentaré por separado, me he cruzado con otro experto en economía que expone su análisis de la situación actual a través de Youtube. Se llama Julián Pavón y buscando referencias he encontrado que es un profesor de la Politécnica de Madrid y además tiene un negocio de formación en máster para ingenieros, llamado CEPADE, lo cual supongo que le motiva para tener presencia pública. Pero no por eso no se la va a dar crédito a lo que dice, sobre todo si nos explica por qué la A. Merkel nos impone esta dieta tan poco saludable y cuáles son las características y consecuencias de la expansión de lo que el llama "el modelo parasitario chino"
Jueves 12 de abril de 2012
Una mañana más, las noticias nos siembran de inquietud. La prima de riesgo, el desplome de la bolsa, las amenazas de una intervención que se nos anuncia como muchísimo más dura,... En esta mañana en que aún estoy de baja por culpa de una costilla, el trabajo pendiente me llama a concentrarme, pero no puedo dejar de pensar en lo que nos está pasando. Hay mil cosas que llaman mi atención y necesito un lugar en donde dejar constancia que las he visto, porque quiero compartirlas. Esta es la justificación. Es necesario que entre todos elaboramos un relato lo más verosímil posible, para entendernos, para aunar nuestros esfuerzos, para ayudar a remontar esta situación,.. Hay que hacerlo antes de que un gran baño de sangre lo haga, tal y como así ha sucedido hasta ahora.
Pero, ¿es que aún creo que las gentes normales, los que no tenemos más poder político que el voto esporádico, ni más poder económico que el de nuestros salarios, ni más capacidad de expresión que la de las que nos puedan proporcionar las nuevas redes sociales, pueden influir tan poderosamente como para cambiar la dinámica histórica que nos conduce al apocalipsis?
La respuesta es que sí. Nada hay que pueda impedir que una gran masa de ciudadanos que compartan un relato común y tengan unos objetivos comunes no acaben imponiendo éstos a cualquier minoría egoísta. Naturalmente, la dificultad está en que es muy difícil ponernos de acuerdo y más difícil aún movilizarnos para conseguirlo. Pero la posibilidad no solo es real, sino que los nuevos medios la hacen cada vez es más posible. Viene a mi memoria la excitación que me produjo mi primera lectura sociológica: "La rebelión de la masas" de Ortega y Gasset, un libro que aún se pudo colar entre la censura tardofranquista y del cual solo recuerdo la tesis de la imparable dinámica de la movilización popular que el capitalismo había puesto en marcha. Con eso me quedo, porque eso, la movilización popular, sigue siendo la mejor noticia.
Hasta no hace mucho, hemos estado narcotizados por el consumo. Pero ahora, cuando empieza a escasear el narcótico, despertamos dolorosamente y vemos en el horizonte, asomar la cabeza de un huracán que amenaza arrasar con todo. En esos momentos aumentan las posibilidades de lo peor y también de lo mejor. No nos vamos a engañar, de lo primero hay muchas más posibilidades que de lo segundo. Pero no hay nada predeterminado, el partido se esta jugando y si lo hacemos solo un poco bien, el número está a nuestro favor. Lo fundamental es que no nos dejemos manipular por nadie. Es cierto que necesitamos organización y por lo tanto líderes, pero no nadie que piense por los demás. Ese es nuestro trabajo personal y colectivo: pensar en qué estamos todos de acuerdo. Hemos de esforzarnos en encontrar ese relato que nos une. No podemos ser demasiado ambiciosos. Nos hace falta mucha generosidad, para renunciar a lo que nos aleja y agarrarnos con fuerza a aquello que nos une.
¿Y qué es lo que nos une? Lo elemental: dar continuidad a la vida, que todos los seres vivos tengamos la oportunidad de poder cumplir con las tres funciones que nos caracterizan: relacionarnos con nuestro entorno, alimentarnos y reproducirnos. En nuestro caso concreto, como especie particular y determinante para el resto, lo elemental es poder hacer todo ello desde la perspectiva humana, es decir, con libertad, con justicia y con empatía. Hagamos de ello nuestro criterio moral. Juzguemos desde aquí lo que esta ocurriendo y expresémonos.
A eso hay que dedicar tiempo. Hemos de aprovechar el nuevo mundo de internet. Casi todo está en la red y casi todos estamos en la red. Lo que aún no está, no tardará demasiado en estarlo. Es imparable. Millones de persones están continuamente rastreando y volcando nuevos contenidos. De esa manera, casi sin quererlo, se están reconstruyendo los nuevos relatos. A su vez, esos relatos están compitiendo entre si. Como siempre ha sucedido y Wittgenstein nos enseño: nuestras formas lingüísticas crean un relato para cada una de las posibilidades del espació lógico. Todo aquello que desde la herramienta del lenguaje sea posible imaginar y parezca verosímil, independientemente de si se corresponde o no con los hechos reales, puede ser propuesto. Pero todo ello, a su vez ha de ser cribado a través de nuestros criterios ético - morales que actúan como metarelatos y es ahí donde hemos de estar activos. Nuestra contribución personal es dar soporte y continuidad al relato que nos une, el que con gran esfuerzo de muchos, se está abriendo paso desde hace siglos y que ahora, cuando el peligro es mayor, puede también dar un gran salto y llegar a ser suficientemente masivo.
¿Cuando se es suficientemente masivo? Quizá no sea necesario más que un número crítico, aquel cuya voluntad común sea capaz de desactivar lo que nos lleva a la catástrofe.
As í que, miremos, seleccionemos y comuniquemos todo aquello que nos parezca importante para contribuir a esta causa, la más justa posible. Yo, por mi parte, voy a tratar de huir de cualquier relato simplón que reduzca lo que nos esta pasando o nos puede pasar, a una relación entre unos seres muy perversos y egoístas contra otros inocentes que no tienen la culpa de nada. Como pasaba en aquellas antiguas películas de arte y ensayo, la cosa no es tan fácil y la perversidad y generosidad están por todas partes. No hay que olvidarlo.
Pero empecemos por algo: hoy después de ver ese interesante documental que el grupo castroverdiano nos ha propuesto y que comentaré por separado, me he cruzado con otro experto en economía que expone su análisis de la situación actual a través de Youtube. Se llama Julián Pavón y buscando referencias he encontrado que es un profesor de la Politécnica de Madrid y además tiene un negocio de formación en máster para ingenieros, llamado CEPADE, lo cual supongo que le motiva para tener presencia pública. Pero no por eso no se la va a dar crédito a lo que dice, sobre todo si nos explica por qué la A. Merkel nos impone esta dieta tan poco saludable y cuáles son las características y consecuencias de la expansión de lo que el llama "el modelo parasitario chino"
Viernes 13 de Abril
Lo prometido es deuda y en los tiempos que corren las deudas se pagan muy caras, así que sigo con mi diario mientras mi costilla me lo permita.
Hoy nos desayunamos con que parece que han aflojado algo la presión del nudo de la soga con la que nos tienen a punto de estrangular, pero como los buenos torturadores tampoco nos dan explicaciones del por qué; forma parte del manual del psicópata: la víctima nunca ha de saber qué va a ocurrir...
Aprovecho lo del psicópata para recordar una interesante entrevista con un divertido ensayista llamado Jon Ronson que ha publicado un libro que lleva el título de ¿es usted un psicópata? en el que explica que entre las características que suelen definirlos está el tener la cabeza fría, una falta absoluta del sentimiento de culpa, nula ansiedad, ninguna empatía, cualidades todas ellas por las que pueden llegar a ser unos excelentes banqueros, empresarios y políticos,pero unos pésimos artístas y escritores. Aquí os dejo un enlace para leer la entrevista completa:
http://www.lavanguardia.com/lacontra/20120326/54276959482/jon-ronson-cierto-capitalismo-recompensa-psicopata.html
Pues eso, que parece que algunos de los que están al frente de esos "mercados" y de algunos bancos y puestos responsables en la política, encajan bastante en el perfil. ¿Que Demeter nos ampare!
Adam Smith, padre fundador de la economía moderna, dijo dos cosas que hoy pasan por ser casi dogmas para nuestros economistas liberales: primero, que lo que caracteriza a los agentes económicos es su comportamiento extremadamente racional, en el sentido de que siempre actúan movidos por el interés propio y egoísta. También dijo que el mercado autoregulador funciona como si hubiera una mano invisible que ajustara y equlibrara la relación entre la oferta y la demanda y de aquí se deduce que cualquier injerencia del Estado o del sector público solo puede ser que perjudicial para el buen funcionamiento de la economía.
Bien, sobre la supuesta racionalidad de los agentes económicos hay un interesante documental: "el poder del dinero" que lo pone seriamente en duda a partir de experimentos psicológicos hechos por psicólogos investigadores la prestigiosa Universidad de Harvard. Al parecer nos comportamos "raro" cuando se trata de dinero, no somos tan racionales, las emociones nos dominan y no siempre prima en nuestro comportamiento el puro interés monetario, sino otras pasiones poderosas. Es sin duda un asunto polémico, pero eso explicaría algunos comportamientos en los mercados que más parecen inspirados en la revancha y en dejar establecidas jerarquías que en cálculos de beneficios monetarios. Aquí tenéis el documental:
http://www.youtube.com/watch?v=mjL1c4FnEzw
En
cuanto a la segunda afirmación de Adam Smith, la polémica que la
discute es mas difícil de resumir. Solo adelanto que la discute Jeremy
Rifkin en su último libro: "la tercera revolución industrial" y que
reprocha al filósofo que no tiene en cuenta la irreversibilidad de los
procesos económicos ni las consecuencias entrópicas. Por favor os lo pido, no dejéis de leer ese libro. Entre tantas malas noticias, hay alguna, como su libro, en el que, enlazando conocimientos económicos, sociológicos, técnicos y políticos, nos describe un horizonte de esperanza para salir de esta crisis y dejar que se genere una nueva economía capaz de ser sostenible ecológicamente y una sociedad basada en un poder horizontal. No se puede resumir en pocas palabras, hay que leerlo.
Por último también tengo que confesar que quien me ha visto y quien me ve, porque lo que voy a comentar no lo puedo decir ni en la masía porque mis amigos me tirarían todos los tomates que encontraran y no podrían hacer el pa amb tomaquet del esmorzar. Resulta que uno de los puntos de vista sobre la crisis y sobre lo que a España le pasa y debería de corregir, con los que me he sentido más identificado, no proviene de ningún intelectual de izquierdas, ni de ninguna ONG alternativa, sino de la mismísima presidenta y consejera delega de la multinacional alemana Siemens, la señora Rosa Mª García que en una entrevista con Juan Ramón Lucas para el programa de RNE "en días como hoy" da buena cuenta de lo que hay y no hay que hacer para que este país salga adelante. Aunque es larga, lo mejor esta entre el minuuto 8 y el 20. Aquí va el enlace:
http://www.rtve.es/alacarta/audios/programa/dias-como-hoy-rosa-garcia-cuando-salgamos-crisis-vamos-ser-pais-que/1372993/
Bueno, por hoy es suficiente.
Domingo 15 de abril de 2012
De nuevo ahogados. La prima de riesgo en 400 y pico puntos, las bolsas en los mínimos mínimos, todo el mundo mirando hacia España con suspicacia y desconfianza. Un embajador americano en la OCDE dice que solo servimos para el vino y tomar el sol, en fin que volvemos a lo que ha sido siempre este país para el resto de Europa: un desastre que no hay quien lo arregle. Bueno, muchos de nosotros también opinan igual. También muchos otros, de aquí y de allá, entre ellos yo, opinamos de manera muy diferente.
España había cambiado mucho, tanto, que como diría el Guerra, el Alfonso, no nos conocería ni la madre que nos parió. Ahora ,mejor dicho, desde hace unos años, cada vez se nos aparece más aquello que creíamos que ya no volveríamos a ver: el españolismo sectario, la incapacidad para trabajar juntos, para respetarnos. Claro que eso no solo nos pasa a nosotros: solo hay que ver como se dividen entre sí los americanos o los italianos. Es como un virus, una enfermedad que se expande,... de repente, en muchos lugares, ya no creemos en nosotros.
De hecho, muchos habíamos dejado de creer en España como patria. El franquismo marcó a toda una generación, la vacunó contra esa idea de España. Éramos un país diferente, pero no queríamos serlo. Ninguna de las cosas patrias que enorgullecían a las generaciones anteriores, fue revindicada por la siguiente. Costumbres, folclore, carácter nacional, y otras esencias, sobrevivieron, sí, pero pasaron a un segundo o tercer plano. Casi las escondíamos,con un poco de vergüenza, porque queríamos otra cosa. Mirábamos a Europa y América con profunda envidia. Queríamos ser como ellos y dejar atrás todo el atraso acumulado durante siglos.
Por otro lado, la tradición de la lucha obrera, su internacionalismo, el recuerdo de las Brigadas Internacionales que tanto se sacrificaron, dando uno de los ejemplos más hermosos de solidaridad que la humanidad haya visto, todo eso nos enorgullecía y hacía que nos sintiéramos hermanos con los oprimidos del mundo entero y que viéramos tan enemigo al opresor lejano como al próximo. Todo eso, no podemos perderlo. Esta durísima crisis tiene que servirnos para despertar nuevamente. Los hombres y mujeres que salen a la calle en Grecia, o en cualquier lugar del mundo a protestar y luchar por su futuro, a defenderse de los feroces ataques a que les someten sus gobiernos y los gobiernos que los gobiernan y los que a su vez les están dictando a todos ellos lo que hay que hacer en nombre de la avaricia sin límite,... ellos son nuestros hermanos, sus intereses, son los nuestros. Eso hay que decirlo claro y fuerte.
Despertemos, espabilemos, démonos cuenta que cualquier iniciativa en el ámbito económico que haya de servir verdaderamente para ayudar a salir de la crisis, no se puede tomar desde un solo país. Hace falta un gran plan que transforme esta sociedad que camina hacia el suicidio ecológico en otra cosa que pueda seguir siendo el hogar de nuestros hijos, nietos y demás generaciones futuras. En realidad hay mucho por hacer, por transformar. Todos hemos de cambiar, claro, pero si no nos unimos y exigimos que, empezando por Europa, hagamos nuestra la suerte de todos, estaremos dejando pasar la única oportunidad que realmente no debemos perder.
Lunes 16 de abril de 2012
Despertad habitantes de germania, vuestra prosperidad de hoy, justamente ganada a base de talento y de trabajo, está en peligro. ¿No os dais cuenta? Vuestro gobierno os dice que miréis las estadísticas: la economía crece, el paro no existe, exportáis como nunca, y en toda Europa vuestra canciller es obedecida. Eso sí, con el temor con que se adoraba al dios abrahámico. Ella os dice que todo es gracias a la austeridad alemana, a que fuisteis moderados hace unos años y no exigisteis que os subieran el sueldo. Pero, ¿cual era vuestro salario en 2008 comparado con el resto de Europa? Vamos a recordarlo:
La fuente es Eurostat, o sea que es fiable. Pero, por si no la creemos, veamos otra estadística, esta vez referida al estado Español y procedente de la Agencia tributaria:
La imagen es demasiado grande y para verla bien deberéis mover la barra inferior. Según este cuadro, la media salarial para el 2008 obtenida mediante fuentes tributarias asciende a 21.661 euros, parámetro muy aproximado a los 21.500 euros citados por Eurostat. La diferencia es muy clara: los alemanes ganaban el doble que los españoles.
Hermanos alemanes, No és que no os merecierais vuetro salario, claro que sí, pero, vamos, tampoco es que fuerais muy justos precisamente. Sé que sois austeros y no salís a tomar tapas, ni a cenar, y os recogéis en casa temprano. Cierto, pero cuando hacéis la compra de la semana, lo que se dice gastar, gastáis. Hace unos años, el fotógrafo Peter Menzel decidió viajar por el mundo y fotografiar a 30 familias de 24 países de todo el mundo. La idea era fotografiar a las familias, junto a la comida que consumirían esa semana, además de tomar nota del gasto por cada una de las familias. Esta es la fotografía que hizo a una familia de clase media alemana:
No esta mal¿verdad? Aquí os dejo el enlace para poder visualizar este gran trabajo que recoge lo comprado y lo gastado por familias de todo el mundo. Lo gastado va desde los 500 dólares de los alemanes (los que más del mundo) hasta los 1,62 dolares para una familia del Chad (los que menos):
Vale la pena ver el resto:http://sinestrellas.blogspot.com.es/2008/06/que-comen-las-familias-del-mundo.html
Pero volvamos a lo anterior. Hermanos alemanes, habéis hecho sacrificios, sin duda. Pero ¿de verdad podéis creer que vuestra prosperidad se debe a que sois una sociedad austera? y ¿no será, más bien, que si tenéis la suerte de vivir tan confortablemente es debido a que el resto de Europa, y del mundo, pero especialmente de Europa,os compra gustosos esas maravillas industriales que tan bien hacéis? Nadie os quita el mérito y menos yo, que soy un rendido admirador de vuestro ingenio y carácter, pero hay que reconocer la verdad: la prosperidad de los alemanes depende de un mínimo de prosperidad en el resto de Europa, si no, ¿con que dinero íbamos a poder comprar las maravillas alemanas? Es más, cuando no teníamos dinero suficiente para llegar a adquirir vuestros caros productos, fueron vuestros bancos los que generosamente prestaron y prestaron a bajísimo interés todo lo que hiciera falta con tal de que no nos faltara de nada para poder seguir levantando pisos y pisos en los que había que hacer servir la fabulosa maquinaria alemana para la construcción, rellenar con los fantásticos electrodomésticos alemanes, desplazarnos por las periferias y autovías a las que tan generosamente contribuisteis mediante los fondos europeos, en esos impresionantes y fardones coches alemanes.
Luego pasó lo que pasó y ahora los prestamistas tienen miedo de que no paguemos. ¿ Pero quienes son los prestamistas? Esa pregunta duele, porque además de los superricos, a los que sería moralmente fácil culpabilizar y exigir que asuman las pérdidas, se ve que también estamos casi todos, cualquiera que tenga dinero en un banco y lo haya colocado en cualquier producto de inversión. Todos esos hemos participado como prestamistas.
Por eso nohay que hacer mucho caso a la Merkel cuando os dice lo bien que estáis los alemanes y lo mal que estamos el resto. No os lo creáis, no estáis tan bien. Vuestra suerte está ligada a la nuestra. No es la supuesta austeridad la que os hace más ricos que el resto, eso habrá ayudado, sin duda, pero de lo que dependéis de verdad es de que os sigamos comprando y cuanto más vuestro gobierno y sus mentores nos aprieten el cuello, mas peligran vuestas salchichas. Repetid conmigo:
GRIEGOS, SOMOS TODOS
LOS TRABAJADORES DE EUROPA EXIGIMOS QUE LOS DINEROS DE TODOS SE INVIERTAN EN UN GRAN PLAN EUROPEO CONTRA LA CRISIS.
Basta por hoy.
Miércoles 18 de Abril de 2012
Éramos pocos y parió la Kirchner: Repsol ya no es YPF.
Menuda se ha armado y si lo que ya se ha visto revuelve las tripas, lo queda por ver promete ser peor. Empecemos por el gobierno de España: esas palabras del ministro Soria defendiendo con ese tono duro y esa expresión fría de pistolero mafioso a las empresas españolas y amenazando con represalias es repulsiva, además de temeraria.
Pero quizá, 48 horas después haya que empezar por otro lado ¿es buena o es mala, la noticia? Pues las noticias no son ni buenas ni malas en sí, sino que lo son para quien las recibe. Así pues, vayamos de lo concreto a lo general. Para mi, mi familia ("y otros animales" que diria el Gerald Durrell), es decir, el resto de las personas normales con las que compartimos la vida, no es especialmente mala. Hay unos pocos de éstos para los que sí es mala. Me sabe mal por los pequeños ahorradores que invirtieron en esas acciones y que ahora se pueden ver perjudicados. Creo que va a ser una lección dolorosa, pero lección al fin, el que no debemos, por nuestro bien, esperar que crezcan nuestros ahorros en manos de gigantes y oscuras empresas dirigidas por administradores, anónimos hasta que salen en la tele porque son responsables de algún desastre, como es el caso, que toman decisiones opacas en beneficio de sí mismos y sus mentores y no pensando en el futuro de sus empresas y sus pequeños accionistas.
Aprendámoslo de una vez, carajo. Hay que guardar los dineros en sitios de confianza que inviertan en cosas que valgan la pena, aunque ganemos poco, incluso aunque lo pudiéramos perder. ¿Acaso no se pierde también en todas esas inversiones anónimas de la bolsa, que a saber qué es lo que se esta financiando con tus dineros, o en empresas oscuras como Repsol y las multinacionales? Si hay que correr riesgos, corrámoslos, pero que sea por cosas en las que creamos.
Sigamos. ¿Por qué es malo para el gobierno de España? ¿Es Repsol una empresa de España? Por lo ya escrito sobre el tema no lo es en absoluto. Recomiendo leer atentamente el estudio que sobre Repsol y otras multinacionales supuestamente españolas hay en el blog de Alberto Garzón Espinosa, economista y joven parlamentario de Izquierda Unida en el congreso de diputados español. Según puede leerse allí:
"La composición fundamental es la siguiente:
9’49% de PEMEX, empresa mexicana.
12’83% de CaixaBank
10’01% de Sacyr
42’00% de fondos de inversión extranjeros
9’90% de fondos de inversión españoles
10’80% de inversores minoritarios españoles"
12’83% de CaixaBank
10’01% de Sacyr
42’00% de fondos de inversión extranjeros
9’90% de fondos de inversión españoles
10’80% de inversores minoritarios españoles"
Igualmente,
en dicha página se explica que entre 1998 y 2007 Repsol vio sus
beneficios incrementarse un 11’97%, mientras el empleo crecía solo un
4’84% y el salario medio un 1’71%. y hay que precisar que no todo el
empleo se genera aquí, en España, ni mucho menos.
Además,
en esa página se dicen más cosas interesantes: como lo que la propia
web de Repsol reconoce, en una rocambolesca justificación que hay que
leer para creérselo:
( 3 últimos párrafos en
http://www.repsol.com/es_es/corporacion/responsabilidad-corporativa/etica-y-transparencia/transparencia-financiera/buenas-practicas-tributarias.aspx)
Cito literalmente a Alberto Garzón Espinosa:
" Repsol
utiliza paraísos fiscales para evadir y eludir impuestos, amén de
beneficiarse de las rebajas fiscales y de las deducciones(...) La
existencia de paraísos fiscales merma la capacidad recaudatoria de los
Estados -deteriorando y destruyendo los servicios públicos-, genera
inestabilidad financiera y amenaza la democracia"
Entonces
, si no es una empresa española, ni tributa significativamente en
España¿por qué está tan cabreado el gobierno? Salta a la vista que
algunos de los suyos deben de estar muy afectados. Quizá son los que
auparon y financiaron esa oposición venenosa, puro vitriolo, a la que no
le importaba que se hundiera el país con tal de hundir a los
socialistas. O quizá sean los que recomiendan al gobierno esa política
económica que como remedio prescribe la amputación antes que la aspirina
y las vitaminas. En cualquier caso, su enfado no es por nosotros y
muestra a las claras a quienes sirven estos señores: a los que manejan
las finanzas internacionales, a los que obtienen escandalosos beneficios
que luego evaden a paraísos fiscales y sobretodo a los quieren cortar
de raíz lo conquistado por las personas normales a través de los
movimientos de masas de los dos últimos siglos, no sea que parezca que
todos somos iguales.
¿Para
quien más esta es una muy mala noticia? A juzgar por las reacciones, a
casi todos los medios de comunicación. Normal, pues en la mayoría de
los casos viven de la publicidad que les generan las grandes empresas
como Repsol. Además, muchos de los accionistas de los medios tienen
intereses comunes con los accionistas de Repsol: detrás de todos ellos
siempre están los bancos, en este caso La Caixa. Pero quizá nos duele
más ver a un grupo editorial que históricamente ha defendido posiciones
próximas a las reivindicaciones populares y que supuestamente lo sigue
haciendo, me refiero naturalmente a Prisa la editora de "El País ". Es
triste ver como este periódico en otras ocasiones tan próximo, se suma a
los corifeos que jalan y pretenden excitar a la opinión pública contra
la Argentina, descalificando el país a lo grande, transgiversando las
cifras, ocultando las justificaciones irrefutables que la presidenta
argentina mostró en su comparecencia el día de autos:
Hay
un análisis detallado de las manipulaciones y falsedades que se vierten
en noticias y editoriales de El País que puede leerse en
http://www.laboratoriodenoticias.es/spip.php?article321
Bueno, basta por hoy que ya estoy cansado.
Martes 24 de Abril de 2012
De mal en peor.
Estos días hemos ido conociendo los detalles de la última locura. Sí, me refiero a los 10.000 millones de € en recortes a la educación y la sanidad. Se dice rápido y es una cifra, 10.000, relativamente pequeña, pero la cosa cambia cuando la transformas en pesetas, es fácil, solo hay que multiplicar por 166,3860; le quitas la coma y ya está: total, más de un billón y medio de nuestra anterior divisa. Ya se que eso no sirve de nada, pero ayuda a superar la hipnosis que produce esa cifra y ha tomar conciencia de su magnitud.
Solo visto así, ya está claro que más que un recorte es el preludio de una catástrofe. Pero, por ahora, voy a centrarme solo en los 3.000 millones relativos a los recortes en educación que es lo que conozco más:
Según el gobierno se trata de una "racionalización en la gestión del gasto educativo". Días atrás, se dijo que estos recortes no iban a suponer una disminución en la calidad de los servicios. Bueno, ya vale de mentir¿no? Desde luego que es así si solo lo miramos desde el punto de vista de los intereses de las rentas altas. A ellos no les importan demasiado estos recortes, entre otras cosas porque no les va de aquí y además siempre se puede acudir a universidades privadas. Pero ese no es el caso de la inmensa mayoría que contribuye a pagarles el sueldo y aporta la parte del león en los presupuestos del Estado.
Para los no ricos, eso espero al menos, ya empieza a resultar intolerable tanta hipocresía. Evidentemente, todos estos recortes son un deterioro muy fuerte de los pilares básicos que sustentan la cohesión social. Además de aumentar el paro de profesionales, estas medidas, como la fortísima subida de tasas universitarias, más la congelación de las becas actuales, suponen un obstáculo casi imposible de saltar para muchas familias. A eso hay que añadir las dificultades enormes que los horarios y metodologías de la reforma "Bolonia" suponen para poder compaginar trabajo y universidad; eso en el improbable caso de que un joven pueda encontrar un trabajo, con la que está cayendo.Total, se acabó la universalidad de la educación: la universidad vuelve a ser el privilegio de los que tienen recursos para pagarla. Fue bonito mientras duró.
Añadamos a esto, que, en lo que a la enseñanza obligatoria se refiere, aumentar las cargas de trabajo de los profesores y disminuir las posibilidades de los alumnos de ser atendidos en la primaria y secundaria, es volver a una pedagogía de trazo grueso: el que pueda, que tire y el que no, pues ya encontrará la manera de sobrevivir, ¡qué le vas a hacer! Y así volvemos a tiempos que creíamos superados.
No olvidemos que estos son recortes añadidos a los que ya aprobó el gobierno en sus presupuestos. En ellos, entre otras cosas, se cercenan los recursos para investigación e inversiones en la Formación Profesional. Alucinante. Si no fuera porque estamos hablando de los presidentes de los gobiernos y sus ministros de Europa, que se supone que para llegar a serlo, deben de ser de los más listos del país, parecería que las decisiones las toman gentes que no tienen, además de corazón, ni pajolera idea de lo que de verdad se necesita para superar una situación como la actual. Pero si es ya un tópico aburrido de tanto repetirlo que la inversión en educación es fundamental para poder prosperar. Entonces,¿ qué es lo que está pasando?
Cuando leemos en los periódicos que los alemanes, que tanto se ponen como ejemplo de austeridad y control del gasto, aumentaron su inversión en investigación cuando, hace unos años, al principio de la crisis, tenían dificultades para crecer, o cuando, hace ya unos meses, también leíamos a un mandamás de la patronal alemana defender la colaboración de las empresas en la Formación Profesional cuya eficacia estaba siendo una de las causa principales del éxito económico aleman , pues no entendemos nada la que se está haciendo ahora. O lo que es peor sospechamos que hay algo perverso detrás de estos recortes. ¿No será que en esas decisiones que toman, se introduce y tiene mucho peso, el querer castigar a ese movimiento de masas que en estos siglos pasados se les han subido a las barbas? Porque si no, no se explica tanta medida antisocial cuyas consecuencias son claramente contrarias a un futuro de recuperación económica.
Fijémonos si no en lo que publica el Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung
(vaya con el nombrecito): "El miedo de los alemanes es que Europa caiga
en una espiral gastadora de vino tinto y fiesta". Está claro, algunos
alemanes quieren curarnos con una buena "purga" de las que ellos no se
aplican. A su vez el gobierno español pretende que las autonomías y las
clases medias también tomen de esa medicina a ver si se nos bajan los
humos de una vez.
Es imprescindible que nosotros, los afectados, transmitamos un mensaje claro y contundente: somos pobres pero no tontos y además podemos llegar a ser muchos. ¡Cuidado con nosotros! que si somos capaces de organizarnos a escala europea podríamos dar la vuelta a la correlación de fuerzas actual y convertir las desalmadas recetas económicas de los gobiernos europeos en su particular aceite de ricino.
Por desgracia aún estamos lejos, aunque hay intentos. Así que de momento, corramos la voz, no nos queda otra.
Miércoles 25 de abril de 2012
Llega este diario a su séptima entrada y no creo que ésta sea la última pero desde luego no podrá seguir así, a este ritmo. Afortunadamente mi convalecencia se acaba y creo que mañana me podré reincorporar a mi trabajo. Tan hipócrita sería decir que lo estoy deseando,como lo contrario. Da mucha pereza pensar en volver al ritmo frenético en el que, desafortunadamente, nuestra sociedad, con nuestra complicidad incluida, por supuesto, nos ha instalado. Mi jornada, como la de tantos otros, empieza mediada la hora sexta y concluye más allá de la última y entre tanto la actividad apenas cesa. En ella, se suceden y entremezclan la jornada laboral con los compromisos voluntarios que he ido adquiriendo. Ambas cosas son imprescindibles, si bien, estoy seguro, he de aprender a gestionarme mejor y seguramente algunas cosas deberían cambiar. Estoy en ello.
La cuestión es que tanto en el trabajo como en la vida familiar, social y personal te das cuenta de que uno y los demás formamos un equipo inseparable, eso sí, unas veces muy armónico y otras muy desavenido. Es cierto que los otros, con sus críticas, con sus, para mi, malos gustos, a veces con su antipatía u hostilidad, nos hacen sufrir incluso mucho. Sin embargo, no es menos cierto que sin los demás, sin serles útil, sin su apreció, sin sus risas, o sin compartir sus problemas, mi vida, y creo que la de casi todo el mundo, no tendría sentido ni gracia alguna. Por eso aunque da pereza y se agradece poder disponer de tiempo para, por ejemplo, escribir este diario, o ayudar más relajadamente a mi hija en sus estudios, o simplemente poder disfrutar de nuestra casa, también deseo ya volver a la actividad normal, cuanto antes, a volver a trabajar con mis alumnos, a compartir mis aficiones con compañeros y amigos.
El drama del paro es horrible. Todo lo dicho anteriormente no son más que frivolidades cuando piensas que es ese dinero que cada mes va ingresando en tu cuenta el que te permite vivir con la dignidad de que seas capaz. Sin él, todo se viene abajo. Puedes ir tirando de los seguros, de los ahorros, de los demás...pero si llega a acabarse, estás perdido. Los demás, en primer lugar tu familia, luego los amigos, la beneficencia por último, quizá no te dejen solo y si uno aguanta, no desespera y no se abandona, los demás probablemente también te aguantarán, a la espera de que puedas volver a mantenerte. Seguramente, cuando el drama acecha, la vida social es aún mas fundamental.
He aquí, en esta reflexión, un buen motivo para estar aún más contento de poder volver al trabajo. ¡Tengo trabajo! ¡El mes que viene volveré a ingresar dinero! ¡ He podido aún estar de baja laboral, he tenido un substituto en mi trabajo, cuando vuelva todo será más o menos igual que antes y no me pueden echar por estar enfermo!
Pero tras la reforma laboral y los recortes,.., por favor, casi me siento culpable por ser tan privilegiado. Eso, no puede ser. No podemos ni debemos conformarnos. Esta crisis que no hemos provocado, lo cual no quiere decir que no tengamos alguna responsabilidad que hay que asumir y sobretodo corregir de cara al futuro, no puede arrebatarnos las conquistas sociales que a las generaciones anteriores tanto les costó conseguir. No sólo por nosotros, sino por los que vienen detrás nuestro.
Pero ¿qué podemos hacer? Salir a la calle, manifestarnos pacíficamente, hacer huelga, incorporarse a movimientos alternativos, practicar otros modelos de consumo, reciclar reutilizar, cuidar de nuestro medio ambiente,... Todo ello está muy bien, pero ¿será suficiente? ¿conseguiremos cambiar la correlación de fuerzas, recuperar la iniciativa? ¿Podremos obligar a los gobiernos a tomar las medidas de inversión en ayuda del cambió de modelo energético que puedan reactivar ya la economía? ¿Conseguiremos que dejen de proteger los precios de las viviendas para que la banca privada, sus accionistas y grandes inversores y especuladores responsables de la crisis puedan seguir acumulando la riqueza que sustraen al resto? ¿Podrán entonces las viviendas ponerse al precio razonable que se puedan comprar y así reactivar la economía, el empleo y de paso equilibrar las cuentas del estado?
Yo creo que no, que aunque nos movilicemos así no será suficiente. Hemos de ir más allá. Hay que comprender algo esencial para poder penetrar a fondo en el sistema y obligarlo a cambiar. Y eso esencial es que el sistema descansa en todos nosotros. La producción y los servicios no son nada sin el consumo y nosotros, en tanto que consumidores, no podemos conformarnos ni quejarnos de qué y cómo se produce, ni de qué tipo de servicios se dan, porqué en cierto sentido somos responsables de lo que hay, ya que en nuestra mano está el hacer que sean económicamente viables o no. Hay que empezar por reconocer que necesitamos los productos y servicios, pero qué productos y qué servicios. Mientras no seamos capaces de elegir qué y cuanto consumir, mientras no seamos capaces de buscar maneras de organizarnos para tomar la iniciativa y decidir quien puede sobrevivir en el mercado y quien no porque no cumple con sus obligaciones hacia los demás,... mientras eso no ocurra, me temo que no, que no tendremos suficiente fuerza para poder cambiar las cosas. Si alguna vez tomamos la iniciativa y controlamos el sistema desde la óptica de lo que beneficia a las personas, el sistema, sea como sea, dejará de ser un problema. Si lo conseguimos, no será por medio de ninguna revolución violenta, sino mediante sus propias armas.
Yo propongo que empecemos por elegir a que banco le damos nuestro dinero en función de lo que haga con él, no de si nos da al máximo beneficio o un regalo con el que comprar nuestra complicidad en los turbios negocios que nos han conducido a la crisis actual. Aún no hace un año, nosotros decidimos abrir una cuenta en el Triodos Bank. Aún estamos conociendo y valorando si realmente significa algo esa expresión "banca ética". De momento creo que sí, me muestran en lo que invierten y me gusta lo que hacen. No dan mucha rentabilidad, pero a a cambio dan sentido a tener unos ahorros, que no es poco. Para acabar, aquí os dejo un vídeo de una entrevista del Buenafuente con Joan Antoni Melé que es subdirector de la banca Triodos en España, además de conferenciante habitual y autor de libros que tratan de hacer creer que es posible una banca que sin dejar de ser una banca, aune la conciencia con el dinero. Es entretenida y con ella lo dejo por hoy.
Martes 24 de Abril de 2012
De mal en peor.
Estos días hemos ido conociendo los detalles de la última locura. Sí, me refiero a los 10.000 millones de € en recortes a la educación y la sanidad. Se dice rápido y es una cifra, 10.000, relativamente pequeña, pero la cosa cambia cuando la transformas en pesetas, es fácil, solo hay que multiplicar por 166,3860; le quitas la coma y ya está: total, más de un billón y medio de nuestra anterior divisa. Ya se que eso no sirve de nada, pero ayuda a superar la hipnosis que produce esa cifra y ha tomar conciencia de su magnitud.
Solo visto así, ya está claro que más que un recorte es el preludio de una catástrofe. Pero, por ahora, voy a centrarme solo en los 3.000 millones relativos a los recortes en educación que es lo que conozco más:
- Reducción del 21,2% del presupuesto en educación del Estado con respecto al año pasado.
- Aumento de jornada lectiva para los profesores.
- Aumento de un 20% en la "ratio" de alumnos en clase.
- Aumento del 66% de las tasa universitarias para pasar a cubrir del 15% actual al 25% en la financiación por parte de los alumnos del coste total de la enseñanza universitaria.
Según el gobierno se trata de una "racionalización en la gestión del gasto educativo". Días atrás, se dijo que estos recortes no iban a suponer una disminución en la calidad de los servicios. Bueno, ya vale de mentir¿no? Desde luego que es así si solo lo miramos desde el punto de vista de los intereses de las rentas altas. A ellos no les importan demasiado estos recortes, entre otras cosas porque no les va de aquí y además siempre se puede acudir a universidades privadas. Pero ese no es el caso de la inmensa mayoría que contribuye a pagarles el sueldo y aporta la parte del león en los presupuestos del Estado.
Para los no ricos, eso espero al menos, ya empieza a resultar intolerable tanta hipocresía. Evidentemente, todos estos recortes son un deterioro muy fuerte de los pilares básicos que sustentan la cohesión social. Además de aumentar el paro de profesionales, estas medidas, como la fortísima subida de tasas universitarias, más la congelación de las becas actuales, suponen un obstáculo casi imposible de saltar para muchas familias. A eso hay que añadir las dificultades enormes que los horarios y metodologías de la reforma "Bolonia" suponen para poder compaginar trabajo y universidad; eso en el improbable caso de que un joven pueda encontrar un trabajo, con la que está cayendo.Total, se acabó la universalidad de la educación: la universidad vuelve a ser el privilegio de los que tienen recursos para pagarla. Fue bonito mientras duró.
Añadamos a esto, que, en lo que a la enseñanza obligatoria se refiere, aumentar las cargas de trabajo de los profesores y disminuir las posibilidades de los alumnos de ser atendidos en la primaria y secundaria, es volver a una pedagogía de trazo grueso: el que pueda, que tire y el que no, pues ya encontrará la manera de sobrevivir, ¡qué le vas a hacer! Y así volvemos a tiempos que creíamos superados.
No olvidemos que estos son recortes añadidos a los que ya aprobó el gobierno en sus presupuestos. En ellos, entre otras cosas, se cercenan los recursos para investigación e inversiones en la Formación Profesional. Alucinante. Si no fuera porque estamos hablando de los presidentes de los gobiernos y sus ministros de Europa, que se supone que para llegar a serlo, deben de ser de los más listos del país, parecería que las decisiones las toman gentes que no tienen, además de corazón, ni pajolera idea de lo que de verdad se necesita para superar una situación como la actual. Pero si es ya un tópico aburrido de tanto repetirlo que la inversión en educación es fundamental para poder prosperar. Entonces,¿ qué es lo que está pasando?
Cuando leemos en los periódicos que los alemanes, que tanto se ponen como ejemplo de austeridad y control del gasto, aumentaron su inversión en investigación cuando, hace unos años, al principio de la crisis, tenían dificultades para crecer, o cuando, hace ya unos meses, también leíamos a un mandamás de la patronal alemana defender la colaboración de las empresas en la Formación Profesional cuya eficacia estaba siendo una de las causa principales del éxito económico aleman , pues no entendemos nada la que se está haciendo ahora. O lo que es peor sospechamos que hay algo perverso detrás de estos recortes. ¿No será que en esas decisiones que toman, se introduce y tiene mucho peso, el querer castigar a ese movimiento de masas que en estos siglos pasados se les han subido a las barbas? Porque si no, no se explica tanta medida antisocial cuyas consecuencias son claramente contrarias a un futuro de recuperación económica.
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| Ricinus communis |
Es imprescindible que nosotros, los afectados, transmitamos un mensaje claro y contundente: somos pobres pero no tontos y además podemos llegar a ser muchos. ¡Cuidado con nosotros! que si somos capaces de organizarnos a escala europea podríamos dar la vuelta a la correlación de fuerzas actual y convertir las desalmadas recetas económicas de los gobiernos europeos en su particular aceite de ricino.
Por desgracia aún estamos lejos, aunque hay intentos. Así que de momento, corramos la voz, no nos queda otra.
Miércoles 25 de abril de 2012
Llega este diario a su séptima entrada y no creo que ésta sea la última pero desde luego no podrá seguir así, a este ritmo. Afortunadamente mi convalecencia se acaba y creo que mañana me podré reincorporar a mi trabajo. Tan hipócrita sería decir que lo estoy deseando,como lo contrario. Da mucha pereza pensar en volver al ritmo frenético en el que, desafortunadamente, nuestra sociedad, con nuestra complicidad incluida, por supuesto, nos ha instalado. Mi jornada, como la de tantos otros, empieza mediada la hora sexta y concluye más allá de la última y entre tanto la actividad apenas cesa. En ella, se suceden y entremezclan la jornada laboral con los compromisos voluntarios que he ido adquiriendo. Ambas cosas son imprescindibles, si bien, estoy seguro, he de aprender a gestionarme mejor y seguramente algunas cosas deberían cambiar. Estoy en ello.
La cuestión es que tanto en el trabajo como en la vida familiar, social y personal te das cuenta de que uno y los demás formamos un equipo inseparable, eso sí, unas veces muy armónico y otras muy desavenido. Es cierto que los otros, con sus críticas, con sus, para mi, malos gustos, a veces con su antipatía u hostilidad, nos hacen sufrir incluso mucho. Sin embargo, no es menos cierto que sin los demás, sin serles útil, sin su apreció, sin sus risas, o sin compartir sus problemas, mi vida, y creo que la de casi todo el mundo, no tendría sentido ni gracia alguna. Por eso aunque da pereza y se agradece poder disponer de tiempo para, por ejemplo, escribir este diario, o ayudar más relajadamente a mi hija en sus estudios, o simplemente poder disfrutar de nuestra casa, también deseo ya volver a la actividad normal, cuanto antes, a volver a trabajar con mis alumnos, a compartir mis aficiones con compañeros y amigos.
El drama del paro es horrible. Todo lo dicho anteriormente no son más que frivolidades cuando piensas que es ese dinero que cada mes va ingresando en tu cuenta el que te permite vivir con la dignidad de que seas capaz. Sin él, todo se viene abajo. Puedes ir tirando de los seguros, de los ahorros, de los demás...pero si llega a acabarse, estás perdido. Los demás, en primer lugar tu familia, luego los amigos, la beneficencia por último, quizá no te dejen solo y si uno aguanta, no desespera y no se abandona, los demás probablemente también te aguantarán, a la espera de que puedas volver a mantenerte. Seguramente, cuando el drama acecha, la vida social es aún mas fundamental.
He aquí, en esta reflexión, un buen motivo para estar aún más contento de poder volver al trabajo. ¡Tengo trabajo! ¡El mes que viene volveré a ingresar dinero! ¡ He podido aún estar de baja laboral, he tenido un substituto en mi trabajo, cuando vuelva todo será más o menos igual que antes y no me pueden echar por estar enfermo!
Pero tras la reforma laboral y los recortes,.., por favor, casi me siento culpable por ser tan privilegiado. Eso, no puede ser. No podemos ni debemos conformarnos. Esta crisis que no hemos provocado, lo cual no quiere decir que no tengamos alguna responsabilidad que hay que asumir y sobretodo corregir de cara al futuro, no puede arrebatarnos las conquistas sociales que a las generaciones anteriores tanto les costó conseguir. No sólo por nosotros, sino por los que vienen detrás nuestro.
Pero ¿qué podemos hacer? Salir a la calle, manifestarnos pacíficamente, hacer huelga, incorporarse a movimientos alternativos, practicar otros modelos de consumo, reciclar reutilizar, cuidar de nuestro medio ambiente,... Todo ello está muy bien, pero ¿será suficiente? ¿conseguiremos cambiar la correlación de fuerzas, recuperar la iniciativa? ¿Podremos obligar a los gobiernos a tomar las medidas de inversión en ayuda del cambió de modelo energético que puedan reactivar ya la economía? ¿Conseguiremos que dejen de proteger los precios de las viviendas para que la banca privada, sus accionistas y grandes inversores y especuladores responsables de la crisis puedan seguir acumulando la riqueza que sustraen al resto? ¿Podrán entonces las viviendas ponerse al precio razonable que se puedan comprar y así reactivar la economía, el empleo y de paso equilibrar las cuentas del estado?
Yo creo que no, que aunque nos movilicemos así no será suficiente. Hemos de ir más allá. Hay que comprender algo esencial para poder penetrar a fondo en el sistema y obligarlo a cambiar. Y eso esencial es que el sistema descansa en todos nosotros. La producción y los servicios no son nada sin el consumo y nosotros, en tanto que consumidores, no podemos conformarnos ni quejarnos de qué y cómo se produce, ni de qué tipo de servicios se dan, porqué en cierto sentido somos responsables de lo que hay, ya que en nuestra mano está el hacer que sean económicamente viables o no. Hay que empezar por reconocer que necesitamos los productos y servicios, pero qué productos y qué servicios. Mientras no seamos capaces de elegir qué y cuanto consumir, mientras no seamos capaces de buscar maneras de organizarnos para tomar la iniciativa y decidir quien puede sobrevivir en el mercado y quien no porque no cumple con sus obligaciones hacia los demás,... mientras eso no ocurra, me temo que no, que no tendremos suficiente fuerza para poder cambiar las cosas. Si alguna vez tomamos la iniciativa y controlamos el sistema desde la óptica de lo que beneficia a las personas, el sistema, sea como sea, dejará de ser un problema. Si lo conseguimos, no será por medio de ninguna revolución violenta, sino mediante sus propias armas.
Yo propongo que empecemos por elegir a que banco le damos nuestro dinero en función de lo que haga con él, no de si nos da al máximo beneficio o un regalo con el que comprar nuestra complicidad en los turbios negocios que nos han conducido a la crisis actual. Aún no hace un año, nosotros decidimos abrir una cuenta en el Triodos Bank. Aún estamos conociendo y valorando si realmente significa algo esa expresión "banca ética". De momento creo que sí, me muestran en lo que invierten y me gusta lo que hacen. No dan mucha rentabilidad, pero a a cambio dan sentido a tener unos ahorros, que no es poco. Para acabar, aquí os dejo un vídeo de una entrevista del Buenafuente con Joan Antoni Melé que es subdirector de la banca Triodos en España, además de conferenciante habitual y autor de libros que tratan de hacer creer que es posible una banca que sin dejar de ser una banca, aune la conciencia con el dinero. Es entretenida y con ella lo dejo por hoy.
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